diumenge, 1 de maig del 2016

La República catalana

Cuando quieras saber cómo van las cosas, qué fuerza tienen los programas, los partidos, que apoyos las opciones, no vayas a las ciudades con cientos de miles o millones de habitantes porque no son buenos indicadores. En las grandes urbes, en las megalópolis hay siempre infinidad de gente aburrida, ejércitos de ociosos que no tienen nada que hacer y a quienes basta a veces una convocatoria en un día de sol para que te llenen una plaza, un parque o una gran avenida. Pero su asistencia no querrá decir casi nada. Hubieran ido de mejor grado a un partido de fútbol o un concierto. No es difícil dirigirse a una muchedumbre en las ciudades. Una mínima organización, una convocatoria atractiva, algún interés añadido como una banda de música, y tendrás una asistencia numerosa, nutrida. Si verdaderamente quieres saber cómo están las cosas, qué posibilidades tienen las distintas propuestas, ve a las ciudades pequeñas, a los pueblos, averigua cuánta gente acude a las convocatorias. Si no va nadie o lo hace muy poca gente, si la asistencia es mínima, no auguro buen futuro a la causa que defiendas. Es la movilización en las pequeñas poblaciones, en los pueblos, la que nos da la medida del apoyo a una causa.

La independencia de Cataluña moviliza a la gente en los pueblos de una forma constante. He celebrado actos, reuniones, conferencias en muchos pueblos catalanes, del interior y de la costa, más industriales, más agrícolas, más comerciantes y siempre me he dirigido a auditorios muy numerosos. La gente, la sociedad en su conjunto, está muy movilizada. Supongo que muchos de los asistentes podrían estar en otros lugares, quizá paseando por la sierra o por el monte o montando en bicicleta, pero el hecho es que acuden a las convocatorias de la Assemblea Nacional Catalana, llenan los locales a rebosar, atienden a conferencias y escriben en twitter sobre el acontecimiento. Y luego, otras viralizan.

Los dos últimos actos a que ha asistido han sido en localidades medianas o empequeñecidas con población media o muy escasa. Sin embargo, en los dos lugares la asistencia muy concurrida. No hay otro tema en Cataluña que suscite tanto interés. Nada parecido es posible en España. El apoyo al independentismo es masivo en el Principado. Esto no es una ventolera ni una moda pasajera. Responde a una voluntad generalizada y claramente expresada. Es imparable.

Pero para verlo hay que salir de los grandes centros urbanos e ir al interior, al corazón del país. El viernes estuve en Sabadell, hablando sobre el derecho a decidir. Dialogué con Pere Cardús y la presentación fue de Quim Duaso. Ayer, en Matadepera, hablando sobre el impacto de la República catalana en España, en Europa y en el mundo. La presentación, de Pere Mas. 

Gracias a lo presentadores, gracias al público. Han sido grandes experiencias.

Donec Perficiam.